Today we hear one of the most beloved stories in the Gospel of Luke, Jesus’ parable of the Prodigal Son. Reconciliation is a prominent theme. Seeing the younger son returning to him, the son who left the family and squandered his inheritance, the compassionate father runs to embrace him. Jesus offers us a vision of a loving God who is merciful and forgiving, welcoming us back when we remorsefully return to him. When was a time that I left God’s presence through my own sinfulness? Did I humbly and sorrowfully repent of my actions? How am I using this time of Lent to humbly atone for my sins? Will I eagerly celebrate the sacrament of reconciliation in the next few weeks to experience God’s loving embrace and forgiveness?
Cuarto Domingo de Cuaresma Fin de Semana del 5/6, de Marzo de 2016
Hoy escuchamos una de las historias más amadas en el Evangelio de San Lucas, la parábola del Hijo Pródigo. El tema prominente es la reconciliación. Viendo al hijo menor regresar a él, el hijo que dejó a la familia y despilfarró su herencia, el compasivo padre corre a abrazarle. Jesús nos ofrece una visión de un Dios amoroso que es misericordioso e indulgente, recibiéndonos cuando regresamos a él con remordimiento. ¿Cuál fue el momento en el que dejé la presencia de Dios a través de mi pecaminosidad? ¿Me arrepentí sintiendo tristeza y humildad por mis acciones? ¿Cómo estoy usando este tiempo de Cuaresma para expiar humildemente mis pecados? ¿Celebraré con ánimo el sacramento de la reconciliación en las próximas semanas para experimentar el abrazo amoroso y el perdón de Dios?
Fifth Sunday of Lent Weekend of March 12/13, 2016
Strong words come from Saint Paul in today’s second reading. He reveals in no uncertain terms that life in Christ is our goal. Everything else, he maintains, is “rubbish.” Junk. Trash. Garbage. Is that true? Is everything else “rubbish” compared to deepening our relationship with the Lord? What about putting recreational activities ahead of attending Mass? Or preferring uninterrupted hours playing the latest video games or watching TV to spending time in a bible study group, choir practice or serving in a soup kitchen? Or keeping late hours at work over sharing the gospel with friends and neighbors? To what extent do we exercise stewardship over our relationship with Christ?
Quinto Domingo de Cuaresma Fin de Semana del 12/13 de Marzo de 2016
En la segunda lectura encontramos las firmes palabras de San Pablo. Él revela en términos indudables que la vida en Cristo es nuestra meta. Todo lo demás, afirma él, es “tontería.” Chatarra. Desperdicio. Basura. ¿Es esto cierto? ¿Todo lo demás es “tontería” comparado con la profundización de nuestra relación con el Señor? ¿Qué dice usted acerca de poner las actividades recreativas antes que asistir a Misa? ¿O preferir pasar horas ininterrumpidas jugando los últimos videojuegos o viendo la televisión en lugar de dedicar tiempo para asistir a un grupo de estudio bíblico, practicar en el coro o servir en una cocina popular? ¿O mantener horas extras en el trabajo por encima de compartir el Evangelio con amigos y vecinos? ¿En qué medida ejercitamos la corresponsabilidad acerca de nuestra relación con Cristo?
Palm Sunday of the Passion of the Lord Weekend of March 19/20, 2016
In the prelude to today’s great Passion Narrative, Saint Paul reminds us that we find our hope in the “emptiness” and “humility” of Christ Jesus; a life that led to the cross, but through the cross, to glory and exaltation. The way is not easy. Good stewards know that it requires a willingness to lay aside all rights of personal privilege; emptying ourselves in the service of others; embracing values different from the values of the world. It requires an understanding that to be “in Christ” means to be a servant because Christ came into the world, not as Lord but as servant. What crosses are we willing to carry? What worldly values are we willing to forego in order to share Christ’s glory?
Domingo de Ramos de la Pasión del Señor Fin de Semana del 19/20 de Marzo de 2016
En el preludio de la gran Narración de la Pasión, San Pablo nos recuerda que encontramos nuestra esperanza en el “vacío” y en la “humildad” de Cristo Jesús; una vida que guía a la cruz, pero a través de la cruz, a la gloria y a la exaltación. El camino no es fácil. Los buenos corresponsables saben que se requiere disponibilidad para poner de lado todos los derechos de privilegio personal, vaciarnos a nosotros mismos en el servicio a otros; abrazar valores diferentes de los valores del mundo. Esto requiere el entendimiento de que estar en Cristo significa ser un servidor porque Cristo vino al mundo, no como Señor, sino como servidor. ¿Qué cruces estamos dispuestos a cargar? ¿A qué valores mundanos estamos dispuestos a renunciar para compartir la gloria de Cristo?
Easter Sunday March 27, 2016
In today’s first reading from the Acts of the Apostles, Peter boldly offers his testimony to the risen Christ. He shared with the crowds what he himself witnessed: Jesus’ friendship, healing and forgiveness. Peter proclaims a resurrected life that brings hope. The Christian life is, indeed, a resurrected life. It is new life, one of truth, inner joy and genuine fulfillment. God has transformed our lives for all eternity, and that transformation is what it means to be a Christian. Do you know the resurrected life? Have you genuinely experienced it? Good stewards have, and in their joy, they are committed, like Peter, to offering their own witness. It is time to rejoice. Christ the Lord is risen today! Alleluia!
Domingo de Pascua Marzo 27 de 2016
En la primera lectura de hoy de los Hechos de los Apóstoles, Pedro ofrece valientemente su testimonio de Cristo resucitado. Él compartió con las multitudes lo que él mismo presenció: la amistad de Jesús, la curación y el perdón. Pedro proclama una vida resucitada que trae esperanza. La vida cristiana es, ciertamente, una vida resucitada. Es una nueva vida, una vida de verdad, de gozo interior y de auténtica satisfacción. Dios ha transformado nuestras vidas para toda la eternidad, y esta transformación es lo que significa ser cristiano. ¿Conoce usted la vida resucitada? ¿La ha experimentado usted verdaderamente? Los buenos corresponsables la tienen, y en su gozo, están comprometidos como Pedro, a ofrecer su testimonio. Es tiempo para regocijarse. ¡Cristo, el Señor, ha resucitado hoy! ¡Aleluya!