PDF of Stewardship Reflections
Following are the Stewardship Reflections for December 2015 to use as homily helps, teaching aids, bulletin announcements, websites, social media and other needs. Please forward this resource to your staff, clergy, PCLs, youth leaders, website/social media coordinators, catechists and, especially, your Parish Stewardship Chair. For more stewardship information and resources or to download the current issue of the International Catholic Stewardship Council monthly newsletter in English or Spanish, please visit
www.catholicstewardship.org. Diocese of Lubbock stewardship education resources are always available at
catholicstewardshiplubbock.org.
A STEWARDSHIP MOMENT
A thought or two on stewardship in the Sunday readings
Second Sunday of Advent December 5/6, 2015
In today’s second reading, Saint Paul prays with joy and confidence for his friends in the Christian community at Philippi. He is encouraged that the community has partnered with him to proclaim the Gospel. He sees Christ’s active presence and plan of salvation at work in the community. God’s overarching plan is unclear to us. But when we see evidence of God working through others, doesn’t it give us reason to believe that Christ is alive among us? Does the witness of others help our own prayer lives? Does it inspire us to promote the Gospel? During this second week of Advent take time to reflect on how you see Christ’s presence in your community.
Third Sunday of Advent December 12/13, 2015
In today’s Gospel we hear the prophet John the Baptist being asked a profound stewardship question: “What should we do?” Each group wants to know the appropriate response to John’s call; each reply points to how they should treat others. John does not simply say, “Be baptized.” Rather, he points them to their jobs and personal relationships. The message of John the Baptist is simple: judgment is near, and repentance includes treating others well. We should be willing to share what we have with those in need. To listen to John the Baptist is to be called to account. Do I give only of my excess, or am I the good steward who is willing to sacrifice in order to help others?
Fourth Sunday of Advent December 19/20, 2015
As we draw close to the Feast of the Nativity, we hear the great stewardship proclamation twice in today’s second reading from the Letter to the Hebrews: “Behold, I come to do your will, O God!” Who is this Jesus? Who are we that we should follow him? Many want him as a friend, a guide, a king, an advocate. Jesus reveals the nature of God, the servant sent to give us new life in God’s house.Take time to ponder these questions: Do we have the courage to follow Jesus? Do we reflect God’s nature in our daily life? Are we able to say with confidence: “Behold, I come to do your will?”
The Nativity of the Lord (Christmas Day) Friday, December 25, 2015
In today’s Christmas Mass at dawn we hear from the Gospel reading that God has entered quietly into the world. Not into the great city of Jerusalem, but into a small village about five miles south. Not into a noble family, but to an outcast couple keeping the newborn in a manger. Not announced by royal edicts, but to common shepherds, the first human heralds of Christ’s birth. As Christian stewards we simply allow Christ to live in us no matter what our circumstances happen to be. We allow Christ to share his love with us and reflect that love out to others. We now are the heralds of Christ’s Incarnation. What an unimaginable gift from a generous Lord. Good stewards rejoice in this gift and give glory to God.
Feast of the Holy Family of Jesus, Mary, and Joseph December 26/27, 2015
The ultimate aim of Saint Paul’s Letter to the Colossians is to teach the community how to deepen its relationship with Christ Jesus. His list of virtues summarizes the ideals of communal stewardship: compassion, kindness, humility, gentleness and patience. For Paul, practicing these virtues opens our hearts to Christ as individuals and as a worshipping community. This is how the Christian community ought to live. This is how its members should behave in their dealings with others, particularly with fellow believers. As we approach the new year, how might we embrace one or more of these virtues more fully in our parish community in order to deepen our relationship with Jesus?
UN MOMENTO DE CORRESPONSABILIDAD
Algunos pensamientos sobre corresponsabilidad en las lecturas del domingo
Segundo Domingo de Adviento Diciembre 5/6 de2015
En la segunda lectura de hoy, San Pablo ora con regocijo y confianza por sus amigos en la comunidad cristiana de Filipo. Él se siente alentado porque la comunidad se ha unido con él para proclamar el Evangelio. Él ve la presencia activa de Cristo y el plan de salvación en el trabajo de la comunidad. El plan global de Dios es poco claro para nosotros. Pero cuando nosotros vemos evidencia de Dios trabajando a través de otros, ¿no nos da esto una razón de esperanza de que Cristo está vivo entre nosotros? ¿El testimonio de otros nos ayuda en nuestra propia vida de oración? ¿Nos inspira a promover el Evangelio? Durante esta segunda semana de Adviento tome un tiempo para reflexionar sobre cómo ve usted la presencia de Cristo en su comunidad.
Tercer Domingo de Adviento Diciembre 12/13 de 2015
En el Evangelio de hoy nosotros escuchamos la profunda pregunta de corresponsabilidad hecha al profeta Juan el Bautista: “¿Qué debemos hacer?” cada grupo desea conocer la respuesta apropiada al llamado de Juan; cada respuesta señala e instruye cómo deben ellos tratar a otros. Juan no dice simplemente, “sean bautizados.” Más bien, él se dirige a sus trabajos y a sus relaciones personales. El mensaje de Juan es simple: el juicio está cerca, y el arrepentimiento incluye tratar bien a los otros. Nosotros debemos estar dispuestos a compartir lo que tenemos con aquellos en necesidad. Escuchar a Juan el Bautista es ser llamado a rendir cuentas. ¿Doy solamente de lo que me sobra, o soy el buen corresponsable dispuesto al sacrificio para ayudar a otros?
Cuarto Domingo de Adviento Diciembre 19/20 de 2015
Al acercarnos a la fiesta de la Natividad, nosotros escuchamos dos veces la gran proclamación de corresponsabilidad en la segunda lectura de hoy de la Carta a los Hebreos: “¡Heme aquí, para cumplir tu voluntad, Oh Dios!” ¿Quién es este Jesús? ¿Quiénes somos nosotros que debemos seguirle? Muchos le quieren como un amigo, un guía, un rey, un abogado. Nosotros anhelamos ver el rostro de Dios. Jesús revela la naturaleza de Dios, el siervo enviado para darnos nueva vida en la casa de Dios. Tome tiempo para considerar estas preguntas: ¿tenemos nosotros el valor para seguir a Jesús? ¿Reflexionamos sobre la naturaleza de Dios en nuestra vida diaria? ¿Estamos dispuestos a decir confiadamente, “heme aquí, Señor, para hacer tu voluntad?”
La Natividad del Señor (Día de la Navidad) Viernes, Diciembre 25 de 2015
Hoy, en la Misa de Navidad al amanecer, nosotros escuchamos de la lectura del Evangelio que Dios ha llegado al mundo silenciosamente. No a la gran ciudad de Jerusalén, sino a un pequeño pueblo cinco millas al sur de la ciudad. No de una noble familia, sino de una humilde pareja que protegió al recién nacido colocándolo en un pesebre. No anunciado por edictos reales, sino por pastores comunes, los primeros heraldos humanos del nacimiento de Cristo. Como corresponsables cristianos nosotros simplemente permitimos a Cristo vivir dentro de nosotros sin importar cuáles sean nuestras circunstancias. Nosotros permitimos a Cristo compartir su amor con nosotros y reflejar ese amor a otros. Nosotros somos ahora los heraldos de la Encarnación de Cristo. ¡Qué inimaginable don de un Dios generoso! Los buenos corresponsables se regocijan en este don y dan gloria a Dios.
Fiesta de la Sagrada Familia de Jesús, María y José Diciembre 26/27 de 2015
El propósito final de la Carta de San Pablo a los Colosenses es enseñar a la comunidad cómo profundizar su relación con Cristo Jesús. Su lista de virtudes resume los ideales de la corresponsabilidad comunal:
compasión, bondad, humildad, amabilidad y paciencia. Para San Pablo, practicar estas virtudes abre nuestros corazones a Cristo como individuos y como comunidad de culto. Así es, cómo la comunidad cristiana debería de vivir. Esto es, cómo sus miembros deben conducirse en su trato con otros, especialmente con los compañeros creyentes. Al aproximarnos al nuevo año, ¿cómo podríamos abrazar una o más de estas virtudes más plenamente en nuestra comunidad parroquial para profundizar nuestra relación con Jesús?